Claves para reflexionar sobre el atentado a Charlie Hebdo

Análisis sobre el atentado a Charlie Hebdo; el trasfondo político y social detrás de la masacre; la islamofobia; el avance de la ultraderecha y los interrogantes del atentado, según analistas internacionales.

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Analizar el atentado ocurrido en la redacción del semanario Charlie Hebdo como un arrebato de locura de un grupo de fanáticos musulmanes, molestos por las publicaciones blasfemas del medio, es, como mínimo, un gran acto de reduccionismo. La perspectiva debe ser mucho más amplia si se quiere comprender todo el panorama: el caldo de cultivo político-social; las causas y las consecuencias; el eurocentrismo y la islamofobia; y qué hay más allá de la leyenda «Je suis Charlie».

Francia sufre una inestabilidad económica y política inédita en las últimas décadas. Su presidente, el líder «de izquierda», Francois Hollande, cayó en la consideración pública luego de escándalos personales, y la economía nacional -pese a ser el cuarto PBI más alto del mundo- está estancada hace dos años y el gobierno deberá reducir el gasto público en el 2015 para poder reactivarla.

Video: Discurso de Hollande luego del atentado

https://www.youtube.com/watch?v=iIc8EkBaRBI

Al mismo tiempo, el extremismo de derecha está en alza y se beneficia con este atentado. Marine Le Pen -hija del candidato a la presidencia, Jean-Marie Le Pen-, líder del Frente Nacional (declarado como partido no grato para la Marcha Republicana convocada para este domingo), que arrasó en las últimas elecciones para el Parlamento Europeo, no dejó pasar ni 24 horas del atentado para hacer un llamado al retorno de la pena de muerte en Francia, entre otros comentarios ultranacionalistas y antiinmigrantes.

Video: Duras palabras de Le Pen contra los inmigrantes africanos en Europa

https://www.youtube.com/watch?v=Li1nTEJMw5o

Muchos analistas internacionales, en consonancia con estos hechos y sin dejar de lamentar las muertes, han destacado la importancia de entender el trasfondo del atentado, y de preguntarse quiénes son los beneficiados y perjudicados.

Thierry Meyssan -periodista e investigador de políticas islámicas– pone en seria duda la procedencia de Al-Qaeda de los terroristas, organización de la cual, según una testigo del atentado, afirmaban ser parte.

Según Meyssan, hay varios elementos que no coinciden con los procedimientos habituales de la organización: «En efecto, los miembros o simpatizantes de grupos como la Hermandad Musulmana, al-Qaeda o el Emirato Islámico no se habrían limitado a matar dibujantes ateos. Habrían comenzado por destruir los archivos de la publicación en presencia de las víctimas, como lo han hecho en la totalidad de las acciones que perpetran en el Magreb y el Levante. Para los yihadistas, lo primero es destruir los objetos que –según ellos– ofenden a Dios, antes de castigar a los «enemigos de Dios». Y tampoco se habrían replegado de inmediato, huyendo de la policía, sin completar su misión. Por el contrario, la habrían realizado hasta el final aunque eso les costase la vida. Por otro lado, los videos y varios testimonios muestran que los atacantes son profesionales. Están acostumbrados al manejo de armas y sólo disparan cuando es realmente necesario. Su indumentaria tampoco es la de los yihadistas sino más bien la que caracteriza a los comandos militares. Su manera de ejecutar en el suelo un policía herido, que no representaba un peligro para ellos, demuestra que su misión no era «vengar a Mahoma» del humor no muy fino de Charlie Hebdo.»

La islamofobia es, para Edgar Morin -filósofo, historiador y sociólogo francés-, el gran problema que acciones de este tipo activan en «los franceses de origen cristiano» y que hacen triunfar al “pensamiento reduccionista». «Los islamófobos reducen lo árabe a su propia creencia, el islam, lo islámico, lo reducen a lo islamista, lo islamista a lo integrista y el integrismo al terrorismo fundamentalista», sentencia Morin, en su columna del diario Le Monde.

La confluencia de factores económicos y sociales con tendencia a la desconfianza entre los mismos franceses lleva a Michel Wieviorka –columnista y sociólogo del diario La Vanguardia de España- a cuestionar al atentado como una consecuencia de una mala praxis política: «¿Quién es el responsable del fracaso registrado, desde hace más de un cuarto de siglo, a la hora de abordar en ellos con perspectiva política los problemas sociales? ¿La izquierda? ¿La derecha? ¿La izquierda y la derecha?”.

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En lo que respecta al rebote mediático, Maximiliano Sbarbi Osuna -periodista internacional de Russia Today– critica la reacción de la opinión pública eurocentrista occidental, que se escandalizó con este atroz atentado pero que hace oídos sordos a la matanza de musulmanes en Medio Oriente: “Si el atentado se produce en Yemen –ayer hubo 30 muertos en este país en un ataque islamista- no sucede nada porque ‘los musulmanes son bárbaros y les gusta matarse entre sí’. En cambio, cuando el ataque sucede en París, el odio hacia todo lo extranjero florece como en la década del treinta en los países del Eje. Si a esto se le suma una Europa en crisis, la combinación suele ser calamitosa”.

Noam Chomsky ayuda a cerrar este artículo con una última reflexión sobre la muchas veces olvidada pero hoy defendida por todos libertad de expresión: «Si crees en la libertad de expresión entonces crees en la libertad de expresión para puntos de vista que te disgustan. Si estás a favor de la libertad de expresión, eso significa que estás a favor de la libertad de expresión precisamente para los puntos de vista que no compartes, de otra forma, no estarías a favor de la libertad de expresión”.

Autor: Alejandro Tejero Vacas

Fuente: http://bit.ly/1yavKnY