¿Quién dijo que en comunicación electoral estaba todo inventado?
Análisis sobre el impacto de la actual campaña electoral realizada por el Partido Socialdemócrata alemán.
El domingo 15 de febrero se celebran elecciones regionales en Hamburg. Las encuestas indican que el Partido Socialdemócrata (SPD) está al borde de conseguir nuevamente la mayoría absoluta, y por lo tanto de lograr seguir gobernando en soledad. El candidato cabeza de lista de los socialdemócratas es Olaf Scholz, un político con gran proyección que algunos perfilan como futuro canciller, o al menos, como líder del SPD en una futura era post-Sigmar Gabriel. The Huffington Post menciona cinco razones por las que el líder socialdemócrata podría convertirse en canciller alemán, entre las cuales destaca: “Olaf Scholz es tan aburrido como Angela Merkel“.
Su campaña electoral despertó admiración y críticas por igual. Fue realizada por la agencia Butter de Frank Stauss, quien se ha destacado por distintos trabajos para el SPD (Klaus Wowereit en Berlin, Hannelore Kraft en Nordrhein-Westfalen, Gerhard Schröeder para las federales de 2005, entre otros). La cartelería pareciera respetar la estructura general típica de las campañas electorales alemanas que se divide en dos o tres fases: 1- presentación de los temas y propuestas del partido, 2- aparición de los candidatos y 3- el pedido final por el voto y, si el contexto lo exige y la inteligencia de los estrategas lo permite, una pequeña corrección de rumbo.
Ahora bien, Stauss se las ingenia para tomar esta rígida estructura, que es respetada por la casi totalidad de los partidos políticos alemanes, y presenta una propuesta innovadora. En lugar de comenzar con los temas, comienza con el mensaje madre de la campaña entera: “Hamburg weiter vorn”, es decir, “Hamburg más adelante”. Así establece los parámetros y el marco de la campaña. Da por sentado que Hamburg avanzó, creció, es mejor, y ahora debe ir más allá, seguir el camino hacia adelante. Ese progreso lo representa una persona que se ve así, o mejor dicho, que no se ve:
No se ve. Olaf Scholz no está. Solo se ve su boca, su pera y su corbata gigante. Todo aparece cerca, muy cerca, como si estuviese pegado a la cámara. Está sencillamente muy adelante como para entrar al encuadre de la fotografía. Adelante como Hamburg. Tanto la prensa como los ciudadanos hablaron sobre este cartel apenas aparecieron. Que estaba bien, que estaba mal, un político sin cabeza o sin cerebro incluso, ¿Scholz se oculta? se preguntaban. Da igual, lo relevante de esta discusión era que todos sabían que era Scholz y que nadie hablaba de los otros carteles.
A la primera fase le siguió una segunda que recuerda a la campaña de Berlin 2011 (“Berlin verstehen” – Entender Berlin). Tres motivos con mensajes reducidos al mínimo, fotografía monocromática y colores llamativos para el texto. Casi perdido, el logo del partido. Scholz es nuevamente el protagonista exclusivo. Si antes lo era por omisión, en esta segunda tanda lo es por lo contrario. Y el mensaje es claro, pese a ser tácito: “usted está votando a este hombre, este líder, este político que lleva a Hamburg weiter vorn”.
Autor: Franco Delle Donne
Fuente: http://bit.ly/1Eyj8YA